Y2K se refiere a la moda inspirada en la transición al año 2000, marcada por prendas llamativas, futuristas y a menudo brillantes. Incluye pantalones de tiro bajo, telas metalizadas, tops ajustados, lentes de sol de colores y accesorios grandes que evocan ese ambiente optimista de finales de los 90 y principios de los 2000.

No se atribuye a una sola persona, sino que se formó a partir de la cultura pop: artistas como Britney Spears y Destiny’s Child, las revistas de tendencias y los inicios de internet masificaron esta estética. La combinación de futurismo y desenfado definió gran parte de su identidad.

Ha resurgido por la nostalgia, la influencia de las redes sociales y el deseo de recuperar la estética divertida y excesiva de principios de los 2000. Además, muchos influencers y celebridades han retomado prendas icónicas Y2K, impulsando su vuelta.

Usaban minifaldas, pantalones de tiro bajo o acampanados, zapatos de plataforma y chaquetas bomber con detalles metálicos. El uso de brillantes, topcrops y gorras de visera con pedrería también era frecuente. El look buscaba reflejar novedad, modernidad y cierto atrevimiento juvenil.

Para vestir al estilo Y2K combina piezas ajustadas o con brillo, pantalones bajos de cintura o faldas cortas, accesorios con glitter y zapatillas robustas. Añade gafas de sol de colores y bolsos llamativos. Todo con un aire futurista y maximalista, recordando la tecnología y la “euforia” de los 2000.